No pudimos elegir un día de más calor para hacer esta ruta. Lo más bonito, sin duda, la bajada al Faro del Caballo. Más de 700 escaleras. Está sobre un acantilado y lo único que nos faltó, fue un bañito. La subida durilla, pero al final, no es para tanto la cosa y cuando te quieres dar cuenta, ya estás arriba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario